Mantener la calma
Es posible que mantener la calma durante estos días te pueda estar resultando difícil, es por esto que queremos compartir contigo algunas ideas centrales de la interesante charla “El arte de mantener la calma” de Mario Alonso Puig, médico y especialista en estrés y equilibrio personal.
Cuando aparece algo que perturba nuestra vida, solemos entrar en un patrón reactivo típico del ser humano, emprendemos un proceso de enfrentamiento a eso que nos pasa, nos enfadamos, nos ponemos nerviosos, nos duele la cabeza, nos angustiamos y así muchas otras reacciones. Esto es la fase de resistencia, te irritas, luchas, huyes o te haces chiquitito (congelamiento) y esto con el tiempo te podría hacer enfermar. Un estudio de la Universidad de Harvard, demostró que entre el 60% al 90 % de las consultas médicas generales en el mundo occidentalizado tienen que ver con estar viviendo en el estrés y tensión emocional.
¿Qué ocurre en nuestro cerebro?
Nuestra corteza prefrontal es la que nos permite ser eficientes en la vida y tomar buenas decisiones, cuando entiendes las cosas en profundidad, cuando aprendes cosas nuevas de forma fluida, la corteza prefrontal está funcionando bien. Esta corteza está afectada fundamentalmente por la amígdala cerebral, que es nuestro detector de peligro, de tal manera que cuando la amígdala se activa, cuando una situación la vivo como una amenaza y me resisto a ella, luchando, huyendo o congelándome, bloquea la corteza prefrontal de tal manera que no tengo claridad de lo que tengo que hacer, ni puedo encontrar nuevos caminos para hacer frente al desafío, ni puedo aprender cosas nuevas. En el mundo ambiguo y caótico en el que estamos viviendo, muchas personas están teniendo dificultades, desde la medicina ¿que se hace?, dar ansiolíticos y antidepresivos para neutralizar la amígdala, que, si bien en algunos casos están bien indicados, la pregunta es:
¿Y si hubiera un sistema más natural, para neutralizar la amígdala?
El hipocampo es uno de los grandes reguladores de la amígdala. Cuando estás tenso/a, muy estresado/a y no encuentras espacios de calma, el tamaño de tu hipocampo disminuye y tú amígdala es más activa, es decir, tu detector de peligro salta antes, lo que te hace ser más sensible, irritable e hiperreactivo/a.
La buena noticia, es que podemos hacer algo para aumentar el tamaño de nuestro hipocampo: ¡La práctica de mindfulness y el ejercicio físico! es por eso que personas que hacen ejercicio regularmente pueden enfrentar las situaciones difíciles de mejor forma porque su amígdala esta más controlada por el hipocampo.
Beneficios del Mindfulness
El beneficio del mindfulness actuando sobre tu hipocampo, es que engrosa su tamaño, genera más neuronas y más conexiones, lo que hace que sea más difícil que las tormentas de la vida que a todos nos sacuden en un momento u otro, en mayor o menor intensidad, te desequilibren y te saquen de tu eje. De aquí la importancia de la práctica de mindfulness para mantener la calma.
La ventaja del minfulness es que te ayuda a ver lo que no estás viendo, estar en el presente para ver las cosas como de verdad son. Jackson Bluer, psiquiatra y neurocientífico, descubrió que tenemos un sistema que nos tiene dormidos sin darnos cuenta, el que permite por ejemplo que podamos conducir sin saber que estamos conduciendo. Estudiando con electroencefalografía y resonancia funcional magnética, ha observado que hay un circuito que es el que hace que vayamos en piloto automático, y se ha dado cuenta que con la práctica del mindfulness, se consigue reducir la intensidad de este circuito y activar otro circuito que es el más importante para ver las cosas como son y para tomar las decisiones que a ti te ayuden para salir adelante, para mejorar tu productividad, para ser más creativo, para ganar más dinero, para ser más cariñoso con los demás.
¿Que pasa cuando practicas mindfulness?
Seguramente al principio no vez nada especial, sólo cerrar los ojos, pero entonces poco a poco conforme vas practicando comienzas a ver cosas que antes no veías, que ni siquiera podías predecir desde el inicio.
Nuestros hemisferios cerebrales
Otras cosas que se han visto con electroencefalografías es que cuando una persona está estresada, los dos lados del cerebro están enfrentados.
El hemisferio izquierdo es la consciencia ordinaria, el que te permite estructurar, hacer categorías, utilizar el lenguaje, permite manejar el tiempo mental, pasado, presente y futuro. El hemisferio derecho es el que está fundamentalmente en contacto con el cuerpo, es la entrada al inconsciente, es un presente continuo, sensación de presente eterno y es donde están los grandes recursos del ser humano. Pero nosotros no podríamos funcionar sólo con el hemisferio derecho. Lo que hace el mindfulness no es bloquear el lado izquierdo, si no que activa especialmente el hemisferio derecho, sobre todo los lóbulos frontales, lo que se ha visto que favorece el diálogo.
Cuando una persona está muy tensa, sus ondas cerebrales son muy rápidas, son ondas beta, sobre todo el alto beta, que es cuando una persona está en una situación de alarma, sin embargo en la medida que se va tranquilizando, las ondas se van enlenteciendo, se van convirtiendo en ondas alfa mucho más propias del hemisferio derecho, que empiezan también a envolver al hemisferio izquierdo, luego si se consigue pasar a un patrón de ondas theta, es aquí donde la creatividad se dispara, los fenómenos de sanación del cuerpo son mucho más intensos, tanto a nivel físico como mental, como por ejemplo sanar heridas de la infancia. Luego viene el ritmo delta, que es un ritmo difícil de conseguir sin quedarte dormido.
Nuestros pensamientos
Mario Alonso plantea que los pensamientos son como olas en el mar, llega un momento en que pueden ser tremendamente perturbadores, ¿Qué es lo que hace el mindfulness? El mindfulness te convierte en un submarinista, es decir, el mindfulness te dice no luches con los pensamientos, lo que hace es que te mete bajo el agua, te mete dentro de la ola y cuando estás ahí claro que ves los pensamientos, claro que vez la ola, pero ya no te arrastran, ya estás en estado de meditación, de profundización y por eso como el mundo mental genera tanta distorsión, al estar “bajo el agua” empiezas a notar una recuperación, una revitalización, que no se puede experimentar “arriba del agua”.
Conforme vas entrando en la meditación va cambiando el patrón de ondas alfa, a ondas theta, a ondas delta y llega un momento, en que empiezas a tocar “el fondo del mar” y cuando eso sucede, es algo de tal profundidad, que puede darte fuerzas para tomar una decisión tremendamente difícil, te puede dar una claridad, que no sabes de donde ha salido. Empiezas a ver talentos que no sabías que tenías y empiezas a ver algo que no es agradable de ver pero que es necesario de ver, que algunas de las cosas que más te molestan en la vida, las estás provocando tú, sin saber que las provocas. Porque somos hábiles viendo el efecto de las cosas, pero no viendo la causa. Que tu no sepas que estás causando eso, no evita que sigas experimentando los efectos de eso.
Los estudios muestran que si durante 20 minutos al día, durante 5 días a la semana, por 2 meses, practicas mindfulness, ya se pueden mostrar cambios físicos en la estructura del cerebro, reducción de la actividad de la amígdala, aumento del hipocampo, un engrosamiento de la corteza órbito frontal izquierda que es una de las principales zonas del cerebro que gestiona la amígdala para que no se active ni a deshora ni demasiado tiempo.
Puedes acceder a la charla en este link: https://www.youtube.com/watch?v=lgbgn3DXL7w