Mindfulness puede definirse como “la capacidad de prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente, con interés, curiosidad y aceptación”. La traducción más utilizada es “Atención Plena”.

Los estados de estrés, ansiedad y depresión, están asociados a pensamientos negativos y angustiosos, en el primer caso sobre el futuro (estrés y ansiedad) y hacia el pasado en el caso de la depresión. Practicar mindfulness, nos permite centrar nuestra atención en el momento presente y sin juzgar, nos permite transitar las emociones de una forma más saludable y entrenarnos en dirigir nuestra atención hacia donde nosotros lo decidamos, a diferencia de la sensación de no tener control sobre nuestros pensamientos.

La terapia con midfulness busca potenciar la capacidad para prestar atención de manera intencionada al momento presente y enseñar la correcta aplicación de sus técnicas, de manera de aportar muchos beneficios a la salud emocional y física de la persona que lo práctica, contribuyendo a la relajación, regulación emocional y al aprendizaje o corrección de antiguos hábitos.

La práctica del mindfulness permite adquirir una serie de hábitos saludables y entrenar un estilo de afrontamiento que impulsa las fortalezas personales de cada uno y ayuda en la adaptación al mundo moderno, pues favorece el bienestar de las personas y ayuda a conectar con uno mismo.

En la terapia vamos acompañando a la persona en el proceso de hacerse consciente de sus patrones de respuestas automáticos que le están causando malestar y dolor, para que a partir de la práctica de mindfulness, pueda dejar de reaccionar y comience a decidir cómo enfrentar distintas situaciones de una forma más saludable.

La autocompasión es también uno de los pilares de la Terapia con Mindfulness, la autocompasión se define como la capacidad de empatizar con nuestro propio sufrimiento, con una fuerte motivación por aliviarlo, lo que implica ser más amables con nosotros mismos, cultivando la aceptación y el amor propio.

Algunos de los beneficios más estudiados de la práctica de Mindfulness son los siguientes:

• Reduce la ansiedad, depresión, angustia, estrés y pensamientos negativos.
• Aumenta la capacidad de concentración.
• Desarrolla la Inteligencia Emocional.
• Mejora las relaciones interpersonales.
• Favorece la creatividad.
• Cambia el cerebro protegiéndolo de enfermedades mentales.
• Favorece un mejor control sobre el procesamiento del dolor y las emociones.
• Regula la presión arterial, función inmune y niveles de cortisol (hormona del estrés).
• Mejora la calidad de sueño.
• Se asocia con un mayor grosor y densidad de materia gris en áreas del cerebro relacionadas con la atención, aprendizaje, memoria y regulación emocional.
• Mejora nuestra capacidad de atención.
• Mejora nuestra auto-regulación.
• Mejora la auto-conciencia y la auto-observación de los propios estados mentales y emocionales.
• Disminuye la preocupación y la rumiación.
• Nos permite cambiar nuestra forma de pensar y cambiarla por otra más saludable.
• Somos menos reactivos a los problemas que nos sobrevienen permitiéndonos dar respuestas más congruentes con nuestras emociones, valores y necesidades.
• Nos facilita la exposición a situaciones difíciles sin perder el control.
• Promueve la aceptación de las emociones y su extinción más rápidamente.
• Desactiva el centro responsable de liberar las hormonas del estrés.
• Nos proporciona un estado de bienestar.
• Mejora la relación con nosotros mismos.
• Promueve la empatía con las demás personas.
• Mejora nuestra capacidad comunicativa.